POR QUÉ NO SOY CRISTIANA

POR QUÉ NO PUEDE DECIRME CRISTIANA, NI SIQUIERA DESDE UN PUNTO DE VISTA LAICO, PESE A LA TRADICIÓN SECULAR DOMINANTE EN EUROPA

1. Porque el cristianismo, sobre todo el católico, es la negación del discurso por parte de todos: solo las jerarquías están plenamente autorizadas a decir lo que piensan y quieren, intentando imponerlo a los demás. Para mí, el discurso entre seres humanos es la más alta manifestación de lo humano y del justo y del manso. Si no se aprende a utilizar el discurso – arte seguramente difícil - llega la violencia, abierta o encubierta.
   
    

2. Porque el cristianismo católico considera como el primer pecado (para las masas, no para la jerarquía!) el pecado sexual; como segundo, el orgullo intelectual. Uno que haya matado, cortado en trozos su abuela y vendido su carne en el piojito, un ladrón, uno que hace reciclaje de dinero sucio y manchado de sangre (como el banco vaticano) es meno culpable que una mujer que haya abortado o utilice la píldora para no tener hijos, o un “no autorizado” que critique el poder eclesiástico. Y creo que el orgullo intelectual tiene que difundirse, hacerse de todos, como único verdadero medio de democracia. Estoy harta de oír, incluso aquí, en mi querida Andalucía, que la búsqueda del conocimiento es menos importante que el amor, que el amor y el desarrollo intelectual son algo distinto, casi antitético. El amor de un idiota o entre idiotas que eligen quedarse idiotas, así como insoportable, también es peligroso. Y puede tener un justo conocimiento un pescador o un albañil comprometido en su trabajo y no tenerlo un profesor universitario superficial: no es una cuestión de títulos académicos.
3. El uso de imágenes más o menos satíricas, de internet point, de frases brevísimas que traen datos superficiales y cuestionables, para que se apoye propia visión del mundo, en lugar de la palabra que se articula e se hace discurso, está en consonancia con la “cultura” católica que siempre ha usado la imagen y la breve oración para atraer y condicionar a las masas, dejándolas lo más posible en la ignorancia. El discurso de las imágenes es mucho menos democrático que el de las palabras, y por lo tanto pido a los amigos que me quieren convencer de algo que se esfuerzan por hacer un discurso, y que no me envíen mensajes cortos y sectarios, ni internet point que en general detesto etc.
4. Las raíces y la tradición a menudo hacen más daño que cosas buenas y son ideas que se deben manejar con precaución. Los racismos del siglo XX y de ahora han utilizado y siguen utilizando la tradicional local y el concepto de raíces como armas. Peor aún, si a estas armas se une a un sentido religioso que presuma decidir la moral para todos: se llega así a nuevas formas de inquisición y de atrocidades.
5. Yo estoy de la parte de un estado laico, estoy de la parte de una Europa unida y de izquierda, de orientación socialdemócrata, estoy de la parte de los que juntan el altruismo y las actuación hacia los más socialmente débiles, con la defensa de los derechos humanos, de la libera elección de maternidad y paternidad, con la defensa de todas las orientaciones sexuales de las personas, del derecho de todos de eligir cómo se quiere vivir, procrear, morir, etc..